lunes, 29 de junio de 2015

“El mito del amor romántico… amor y enganche”.

A partir del conocimiento de los mecanismos de control del sistema proxeneta para reclutar y explotar a mujeres, el  Colectivo Mujer y Utopía, A.C., creó e implementó el proyecto “El mito del amor romántico… amor y enganche”, en el periodo junio-diciembre del 2014.

El objetivo general del proyecto fue:
Generar acciones de prevención y atención con población vulnerable y familiares de mujeres desaparecidas por trata de personas, que permita la creación de propuestas en política pública para la prevención y búsqueda de víctimas para el estado de Tlaxcala.

Entre los resultados del proyecto está el diagnóstico “El mito del amor romántico…amor y enganche”. Sistematización-Diagnóstico de grupos focales con familiares de víctimas de trata de personas con fines de explotación de la prostitución ajena en el estado de Tlaxcala., en el cual se plasma el trabajo realizado con las familias, lo que consideramos es un gran logro porque nos permitió tener otra mirada sobre la explotación sexual, además de la mirada de las víctimas, los victimarios, las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones de procuración de justicia; la mirada familiar permite tener el contexto previo a la explotación sexual de las mujeres, permite comprender de forma estructural la construcción de las condiciones de vulnerabilidad y nos acerca a los mecanismos de control que los proxenetas ejercen sobre las mujeres cuando las están prostituyendo, a continuación se enlistan los puntos centrales abordados y encontrados durante la investigación diagnóstica:

1.- El sistema proxeneta está fundado en un sistema patriarcal, y la prostitución de las mujeres es una de las violencias más sofisticadas.

2.-El mecanismo de control utilizado por los proxenetas para reclutar y mantener a las mujeres en la explotación sexual es la enemistad que provocan entre las hijas y sus padres y madres.

3.-La enemistad que provocan los proxenetas se funda en la construcción social, cultural e histórica de las mujeres y los hombres, una construcción que tiene normas que establecen el “deber ser”, y cuando las normas se rompen hay sanciones sociales.

4.- La fuerte estigmatización y violencia que viven las mujeres en situación de prostitución provoca que sus vulnerabilidades no se perciban, lo que genera una espiral de violencia y subordinación, la cual mantiene a las mujeres en la prostitución.

5.- El poder del sistema proxeneta sobre las mujeres es tan eficaz que provoca que las mujeres lo somaticen y lo reproduzcan, esto explica por qué ellas no pueden salir de los contextos de explotación sexual y que no nombren la explotación de la que son objeto.

6.- El vínculo afectivo que las mujeres mantienen con sus explotadores es la forma de control más eficaz para los proxenetas.

7.- La misoginia y la violencia contra las mujeres se reproducen cotidianamente a través del lenguaje, esto provoca la naturalización de la violencia y ambigüedad, creando el escenario idóneo para reclutar mujeres y explotarlas sexualmente, ya que si la violencia es eficaz es porque cuenta con la naturalización y la reproducción que la sociedad hace de esta y de las  relaciones de poder que mantienen los hombres con las mujeres.

8.- El trabajo de la historia familiar de las mujeres permite comprender los puntos de quiebre, es decir, los acontecimientos que provocaron la perdida de la comunicación, la confianza y los afectos, provocando vulnerabilidades que son utilizadas por el sistema proxeneta para reclutar a las mujeres.

9.- La falta de compromiso, formación y ética por parte de funcionarios públicos y algunas organizaciones de la sociedad civil llevan a las familias a buscar soluciones y justicia por sí mismas.

10.- El trabajo con las familias de mujeres en situación de prostitución permite comprender la construcción de la vulnerabilidad de las mujeres, los puntos de quiebre, y da elementos para crear estrategias de prevención adecuadas a la realidad de las comunidades de origen.

11.- La voz de las familias es importante para desestructurar al sistema proxeneta, les permite sanarse y darse cuenta de cómo este sistema las usa para enemistarlas con sus hijas, y permite que las sean las familias quienes encuentren alternativas para recuperar el dialogo con sus hijas, para acompañarlas y apoyarlas para salir del mundo de la prostitución.

Cuando las familias cuentan su historia, la historia de cada quien, cuando comparten la forma en que aprendieron a ser hombres y mujeres, sus fortalezas y debilidades, lo que les asusta, lo que les gusta y emociona, cuando se reconocen humanas y humanos antes que padres, madres, hermanos y hermanas; sucede algo maravilloso, y es la escucha activa, el aprendizaje a partir de la experiencia, en la que cada quien tiene voz y dice, parafraseando a Paulo Freire, su propia palabra, una palabra cargada de historia.
El contexto en el que las familias crecieron y se desarrollaron fue violento, así como los aprendizajes que tuvieron, aprendieron a sacrificar su felicidad y sus emociones, a priorizar las normativas sociales para no vivir exclusión, y de la misma forma, educaron a sus hijos e hijas, lo hicieron tal y como lo aprendieron, entrando en conflicto por el cambio de contexto, el espacio y el tiempo no so son iguales, sus hijas e hijos tienen influencias y aspiraciones diferentes, lo que pone en cuestión lo aprendido por padres y madres, pero cómo dudar y preguntar si no se hace en voz alta, sino se miran en el espejo de sus contemporáneos, de otros padres y otras madres, así, las familias que participaron lo hicieron, se miraron a los ojos, se escucharon y crearon un proceso dialectico de espejos.
El haber vivido, y vivir como familias, una experiencia tan dolorosa como la trata de personas con fines de explotación sexual de su hijas, les hizo partir de un punto en común, comparten y entienden el dolor y la impotencia, ambos sentimientos que han generado enojo, violencia, enemistad, ira, rabia, desconcierto y miedo; que las han hecho sentir solas como familias, las han hecho desconfiar y vivir en silencio la soledad, los estigmas y prejuicios de la explotación sexual; pero al escuchar a otras familias, al terminar cada sesión de trabajo y escucha con ellos y ellas, lo que se podía sentir era esperanza, era la alegría de encontrar caminos en medio del dolor, porque a partir de conocer a alguien más que te da su mano, que te mira y no te juzga, que comprende lo que has vivido, se crean redes, se construyen puentes y se pueden ver al­ternativas para caminar hacia el dialogo y reencuentro, eso hicieron las familias.

Para que los resultados de la investigación puedan contribuir a la prevención de la Trata de personas con fines de explotación sexual, el Colectivo Mujer y Utopía, A.C., decidió dar continuidad al proyecto, por lo que actualmente se está implementando el proyecto “Diálogos para disminuir las vulnerabilidades…¿qué es sexo cuando de amor se trata?”, en el que se realizaran capacitaciones a jóvenes estudiantes de secundarias y bachillerato, padres y madres de familia y profesoras/es, además de la campaña en medios: “¿Qué es sexo cuando de amor se trata?”.

Para tener más información sobre la campaña y solicitar e diagnóstico nos pueden contactar en FACEBOOK:
Colectivo Mujer Utopía
CEAPYT (Centro de Estudios Avanzados en Prostitución y Trata).

Correo: mujerutopia05@yahoo.com.mx


Ixchel Yglesias González Báez.

Integrante del proyecto “Diálogos para disminuir las vulnerabilidades…¿qué es sexo cuando de amor se trata?”

viernes, 19 de junio de 2015

¡Este es mi país!
Daniela Sagastegui

El Dr. Rubén Aguilar Valenzuela pone a debate la siguiente disyuntiva: ¿Qué significa ser ciudadano? Aparentemente es una pregunta sencilla con una respuesta igual de simple: cualquier individuo que haya nacido en territorio mexicano es considerado, por ese hecho, un ciudadano del país. Sin embargo, ¿puede, en efecto, reducirse a tal un concepto tan amplio?
El propio Aguilar explica la cuestión de la ciudadanía como un término mucho más complejo; el ciudadano se gana esa denominación diariamente, con su participación. La participación ciudadana: esa responsabilidad tan temida, tan delegada a otros y tan ignorada. Para este periodista, el Estado no existe sin ese pilar; ¿cómo puede entonces existir para nosotros?
Para muchos la participación ciudadana recae en la elección de cada tres años; en ser un “buen vecino”; o en emitir algún juicio político, ya sea en persona, ya sea por las nuevas plataformas que internet nos ha brindado. Pero participar es mucho más que eso, es hacer nuestra la ciudad día con día, apoyar una causa, adueñarse de ella. Se trata pues, de realizar ese cambio del que tanto se habla, ser ese pequeño granito de arena tan significativo.
Es común creer lejano el mundo de las asociaciones civiles por verlas, exclusivamente, como algo político. Si bien se hace política cada que uno se sumerge en los aconteceres del país, no es todo lo que involucran estas sociedades. En realidad, las hay para todos los gustos: ambientales, sociales, culturales, un sinfín de posibilidades que nos permite hacer de uno el país.
Precisamente, ver ajena la participación propia, equivale a ver al país como algo extraño, que no nos pertenece. Lo distante suele crear indiferencia. Lo propio por otro lado… ¡¿Quién quiere ver destruida la casa propia, saber corrompidas las reglas de la familia, ver al propio hijo muerto?! Cuando se involucra, no sólo se vuelve válida su ciudadanía y mejora el país; uno grita ¡Yo estoy aquí! ¡Es mi país!
Carlos Monsiváis explica en su libro: No sin nosotros, cómo surgen las asociaciones civiles y cobran vida a partir del Terremoto de 1985. Detalla la lucha de las minorías en este acontecer y explica su demanda unísona “¡No sin nosotros!”. Pero eso grito ha quedado en el pasado, el pueblo renuncia a él, como se renuncia a una patria olvidada. Ahora parece más un murmuro diciendo: ¿a quién esperan?
El terremoto sacudió a la ciudad, sacudió las necesidades y sobre todo, despertó a los ciudadanos de un dormitar largamente extendido; como si la propia tierra llorara y nos regañara por olvidarle. ¿Qué esperamos? ¿Otro terremoto? No permitamos que avancen sin nosotros; el país en realidad no puede avanzar sin uno. Hagámonos presentes, gritemos al unísono ¡Este es mi país!

lunes, 15 de junio de 2015


Revista (Edición del Mes de Junio)

Comunicación e Información de la Mujer, A.C. (CIMAC)


El 11 de Mayo de 2015, en Rostros de la Trata hablamos sobre Comunicación e Información de la Mujer, A.C. se mencionaron sus objetivos y actividades que realizan, entre lo que se comentó, destacamos lo siguiente: 
Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), fue fundada en 1988 por un grupo de profesionales de la comunicación, su misión es generar y publicar información noticiosa sobre la condición social de las mujeres, asegurar que las y los periodistas incorporen los derechos humanos de las mujeres en su trabajo cotidiano, así como promover los medios como una herramienta de transformación educativa y social que sirva como estrategia para que las organizaciones civiles transmitan sus actividades, demandas y propuestas.
CIMAC tiene como Visión contribuir al cambio social y a la democratización de los medios, buscan influenciar las agendas nacionales y globales a favor de los derechos humanos y la igualdad social.

CIMAC tiene cuatro ejes programáticos:

  •      La agencia de noticias multimedia Cimacnoticias
  •      Estrategias de comunicación, prensa y capacitación
  •      Programa de redes de periodistas
  •      Centro de documentación "Adelina Zendejas”.
Revista (Edición del Mes de Junio)


Trabajo Infantil: ¿es trata de personas?

El día 05 de Mayo del año en curso, nos acompañó la Dra. Nashieli Ramírez Hernández de Ririki, Intervención Social S.C. para hablar sobre Trabajo Infantil, en el Instituto Mexicano de la Radio (IMER).
Trabajo Infantil es cualquier acción laboral remunerada o no, que realizan niños y niñas menores de 18 años y que vulnera su desarrollo, comentó la Dra. Nashieli Ramírez Hernández; también nos hizo saber que el Trabajo Infantil se considera trata de personas cuando se observan dos cosas: la movilidad y tener a niños y niñas sin su libertad.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el número global de niños en situación de trabajo infantil es de 168 millones, de los cuales, más de la mitad (85 millones) efectúan trabajos peligrosos.



#Ytúquéopinas: https://youtu.be/0VVkrwkXlbg