martes, 7 de abril de 2015

El amor no es violencia


Por: Daniela Sagastegui

Contrario a la creencia popular, Afrodita no era la diosa del amor. No obstante ella se encontraba constantemente acompañada de un pequeño niño alado, quien se dice era muy travieso. Este niño se llamaba Eros. Algunos mitos aseguran que nació de Chaos, mientras otros afirman que era el hijo de la propia Afrodita y Ares. Independientemente de su origen este dios a quien también llamamos Cupido es el dios del amor y el deseo.
La tradición de Eros se ha permeado tanto en la cultura que aún hoy nuestra concepción del amor se basa casi completamente en él. Inclusive, el amor romántico se denomina amor eros. Así cuestiones como que el amor duele, es exclusivo, omnipotente y algo sobre lo cual no tenemos control derivan de este pequeñuelo y su arco.
Este arquetipo ha sido incorporado a muchos elementos de la cultura popular, televisión, cine, literatura y muchos otros tipos de arte a nuestro alcance. Como consecuencia tiene una gran influencia sobre la manera en que concebimos el amor y por ende en la forma en que amamos.
Pensamos comúnmente que el amor sólo existe de una manera entregada, apasionada y total; por lo cual deberíamos de esperar lo mismo a cambio, idealizamos a una persona y le exigimos nos ame tal como nosotros le amamos. Esta creencia no sólo es peligrosa, sino que puede ser bastante dañina y violenta para los involucrados.
Cuando pensamos en violencia dentro de una relación nos imaginamos lo que nos contó una amiga le paso a su tía, o quizá lo que las telenovelas cuentan una y otra vez. Pero la violencia es más sutil, escurridiza y tramposa, casi igual que Cupido con sus flechas. Más aún, cuando pensamos en violencia se suele creer que sólo sucede de parte del hombre hacia la mujer, pero la realidad es que la violencia no distingue sexo, edad ni orientación sexual.
Por ejemplo, los celos. Se suele pensar que si la novia o el novio te cela quiere decir que te ama, un amor tan profundo que te quiere exclusivamente para sí. ¿Pero qué significa realmente celar a alguien? Celar significa que eres de su propiedad, que le perteneces y que independientemente de lo mucho que diga amarte la confianza que te tiene no es tanta como crees. Eso es violencia.
Violencia es desde un mensaje cada cinco minutos, preocupado porque estés con otra persona hasta insultarte sobre tu forma de ser, actuar o vestirte. Violencia es limitarte, en tus relaciones, actividades y personalidad. Violencia es convertirte en un objeto, hacerte una posesión y dejar atrás lo que verdaderamente eres, un ser humano, un individuo con su propia forma de pensar, sentir, amar.
La violencia no es un juego, tampoco es algo que sólo pasa en relaciones acabadas de parejas infelices. La violencia, tristemente, es algo tan cotidiano y enraizado en nuestra sociedad que parece natural. “El amor duele” dicen algunas personas, lo reitera la cultura popular con canciones, publicidad, cine, etc.
El amor no duele, el amor no pega, no cela, no maltrata. El amor no es violencia.


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