La diversidad sexual es un tema del que se habla desde hace mucho tiempo y no ha dejado de ser
una polémica social.
A través de la historia, las personas con orientación sexual diferente
a la heterosexual, han sido perseguidas, acosadas, y desgraciadamente
asesinadas ya que la sociedad no ha madurado lo suficiente como para
identificar las diferentes formas de amor.
Esta intolerancia hacia la
diversidad sexual es promovida por los medios de comunicación y la publicidad a
la que estamos expuestos todos los días,
que nos dice cómo es que debemos comportarnos dentro de nuestra
sociedad, ¡e incluso intenta decirnos a quién podemos y no podemos querer!
Es necesario que nos demos cuenta de la importancia de hablar sobre
diversidad sexual, porque la discriminación y la violencia aún existen, la
comunidad LGBT sigue sin pertenecer del todo a la sociedad, sigue siendo
señalada como “fuera de lo común” en todas partes, y esta violencia indirecta
sigue cobrando miles de muertes al año.
Se tiene que empezar a ser más consciente de los estereotipos ya
establecidos que hacen que la comunidad LGBT aún no tenga los derechos que
merece:
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No es cierto que las personas homosexuales
piensan todo el tiempo en sexo, tampoco es cierto que todos los gays y
lesbianas del mundo tienen sida.
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Es mentira el que todas las lesbianas se visten
de negro, se delinean los ojos hasta parecer pandas, y se la pasan acosando
mujeres.
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NINGUNA persona homosexual, bisexual o
transgénero es pecador, ni enemigo de Dios, ni delincuente por el hecho de no
ser heterosexual.
Conociendo estos estereotipos y razonando objetivamente la situación,
podemos darnos cuenta del daño que se le provoca a la comunidad LGBT
diariamente, además de notar que es un tema que es necesario discutir y
comentar.
Es por ello que Rostros de la Trata decidió que el tema de esta semana
fuera diversidad sexual.
Bienvenidos
Javier
Alejandro Luna Gómez